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Estimación del gasto energético durante partidos de fútbol oficiales

10/08/2011 / Entrenamiento

 

El fútbol es considerado una actividad intermitente de alta intensidad (Espósito y cols., 2004; Rienzi y cols., 2000), con diferente patrón de juego entre las posiciones (Bloomfield y cols., 2007) y se caracteriza por carreras de corta duración de gran velocidad, saltos, cabeceo y disputas de pelota, además de otras actividades, como trotes y caminatas de baja velocidad.

La intensidad a la que el jugador de fútbol se expone durante un partido de fútbol ha sido reportada a partir de diferentes parámetros; por ejemplo, la distancia cubierta total (10 km) (Shephard, 1992; Silva y cols., 2008), porcentaje del consumo de oxígeno (75% VO2máx), concentración de lactato (12mM), temperatura corporal, velocidad promedio de carrera (7,5 km/h) y porcentaje de la frecuencia cardíaca máxima (% FCmáx) (85% FCmáx) (Bangsbo 1994a). Entre todos los posibles parámetros usados para determinar la intensidad, la frecuencia cardíaca (FC) se presenta como la variable más factible y práctica para determinar la producción de energía aeróbica (Achten y Jeukendrup, 2003). Esto es atribuible a la relación lineal entre la FC y el consumo de oxígeno (VO2) (FC x VO2) (García y cols., 2005), incluso en ejercicios intermitentes como el fútbol (Bangsbo, 1994a).

Por lo tanto, puede estimarse el VO2 de un partido de fútbol a partir de la relación FC x VO2 (Espósito y cols., 2004). Posteriormente, este VO2 aún puede usarse para expresar la intensidad por medio del múltiplo de la tasa del equivalente metabólico basal (MET). Este parámetro puede variar entre 1 MET, que es el VO2 mínimo de una persona en reposo, hasta 18 METs, que representan 18 veces más el VO2 comparado a la misma persona cuando está en actividad (Ainsworth y cols., 2000). Otro parámetro de la intensidad que también puede inferirse de esa misma relación FC x VO2, es el gasto energético durante un partido de fútbol (García y cols., 2005; Stolen y cols., 2005).

Bangsbo (1994b) reportó que el gasto energético de un único atleta durante un partido estaría alrededor de 1360 kcal. Para los jugadores de fútbol brasileños profesionales durante los partidos oficiales, se ha reportado que el gasto energético promedio está alrededor de 11.34 kcal·min-1, variando de 6.49 a 16.87 kcal·min-1 (García y cols., 2005). En base a la relación del FC x VO2, Stolen y cols. (2005) estimaron que el gasto energético de jugadores de fútbol estaría arriba de 1700 kcal en un único partido.

Se han observado diferentes rendimientos entre las actividades de alta intensidad cuando se evaluaron jugadores de fútbol de categorías y niveles diferentes (Bangsbo, 1994a). Se encontraron capacidades físicas superiores para las categorías de mayor de edad (Cédric y cols., 2007; Coelho y cols., 2009). Estos aspectos, y otras diferencias entre grupos distintos (Rosenbloom y cols., 2006) pueden influir sobre el gasto energético durante los partidos.

La identificación de la intensidad de un partido de fútbol, representada como el gasto energético, puede contribuir en una variedad de formas, tales como: determinar formas más específicas de entrenamiento, períodos de recuperación más coherentes entre los entrenamientos y competiciones, protección de los atletas y planificación nutricional más específica para esta modalidad.

Para tal fin, podemos citar un estudio reciente del brasileño Coelho D. B. y colaboradores realizado en la Universidad Federal de Minas Gerais (Energy expenditure estimation during official soccer matches. Brazilian Journal of Biomotricity, v. 4, n. 4, p. 246-255 ; 2010), donde cuya investigación, fue comparar la estimación del gasto energético de jugadores de fútbol Sub-20 (Sub-20) con los resultados de jugadores de fútbol profesionales descritos en la literatura.

Desarrollo del Estudio

Dieciocho atletas varones estuvieron de acuerdo en tomar parte en este estudio, todos del Sub-20, de un club de primera división del fútbol brasileño que mantiene entrenamientos regulares y participa en competiciones reconocidas por la Confederación Brasileña de Fútbol. Sin embargo,

los datos analizados comprendieron a sólo atletas que participaron en la primera y segunda mitad de los partidos que se evaluaron a lo largo de un torneo oficial, y en al menos ocho de estos partidos. Los jugadores tomaron parte en 9,5±0,75 partidos. Once deportistas fueron seleccionados.

Las características de estos futbolistas se describen en la Tabla I. De estos atletas, cinco jugaron como medio-campistas, tres como delanteros y tres como defensores.

Tabla 1 - Edad y características físicas de los participantes.

 

 

n = Número de sujetos (los valores se presentan como promedios ±SD).

 

Frecuencia Cardíaca (FC) durante los partidos

La FC de los jugadores fue medida y registrada durante 12 partidos de una competición oficial; la frecuencia de los partidos era de dos partidos por semana. La FC de los jugadores era medida y registrada durante los partidos a través del uso de monitores de frecuencia cardíaca de la serie Polar (Electro Oy Polar, Team System, Finlandia) y los datos reunidos se analizaron por el software 'Polar Precision Performance SW 3,0'. Este aparato permite el registro de la FC durante una actividad sin usar un reloj en la muñeca, el uso de ellos está prohibido en los partidos oficiales según las reglas de fútbol, a causa de los riesgos a la seguridad del atleta, así como de sus compañeros de equipo y adversarios (figura 2).

 

 

Los transmisores midieron y registraron la FC durante la actividad entera, sin ninguna interrupción. La tasa de muestra de la FC era cada 5 segundos, con una capacidad de memoria que se extendía hasta 12 horas de datos reunidos.

Consumo Máximo de Oxígeno (VO2máx)

Para medir el VO2máx, los sujetos realizaron un Test de Bruce (ACSM 1995) en una cinta ergométrica Quinton®, con una velocidad inicial de 1.7 millas por hora (2.7 km/h) y 10% inclinación. Cada fase duraba 3 minutos, y al final de cada una, la velocidad se aumentaba 0.8 mph (1.3 km/h) y la inclinación aumentaba 2% en relación a la fase previa. El VO2máx de los atletas fue medido por el método de espirometría de circuito abierto, usando un aparato BIOPAC® calibrado antes de cada recolección. Este aparato registra el consumo de oxígeno en cada incursión respiratoria.

El VO2 y FC fueron medidos cada 20 segundos; no obstante, sólo la FC promedio y el VO2 del último minuto de cada fase fue usado. Este procedimiento fue usado para establecer la relación entre el consumo de oxígeno y la FC. De ahí, era posible establecer la relación entre el VO2 y la FC dentro de un rango de actividad que abarcaba la actividad aeróbica de baja intensidad hasta valores cercanos del VO2máx.

Los jugadores fueron evaluados antes de que la temporada competitiva empezara, y al final de la fase de la pretemporada. Todos los jugadores se evaluaron por la mañana, y se aseguraron que ellos no hicieran entrenamiento intenso o jugar cualquier partido hasta 72 horas antes de los tests.

Relación Frecuencia Cardíaca x Consumo de Oxígeno (FC x VO2)

La relación entre la FC y el VO2 se obtuvo en el laboratorio durante el test progresivo en cinta ergométrica. La individualización garantizó una medición del gasto energético más exacta, porque cada atleta tenía el gráfico de una FC relacionada a su VO2. En el actual estudio, la correlación entre la FC y el VO2 en los voluntarios evaluados tuvo un promedio de 0.97±0.05

 

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