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Factores que influyen las respuestas fisiológicas a los juegos de fútbol reducido

23/12/2011 / Fisiología

 

El fútbol se juega entre 2 equipos de 11 jugadores cada uno, en una área de aproximadamente 100×60 m. Sin embargo, durante el entrenamiento, es común reducir tanto el número de jugadores en cada equipo como el tamaño del campo. Estos juegos reducidos son unas de las ejercitaciones más comunes usadas durante el entrenamiento del fútbol. Mientras que en los juegos reducidos antes eran principalmente usados para desarrollar las capacidades técnicas y tácticas, ellos son ahora empleados por muchos equipos amateurs y profesionales como una herramienta eficaz para el entrenamiento aeróbico (Balsom, 1999; Bangsbo, 2003; Drust Reilly, y Cable, 2000; Reilly y Gilbourne, 2003). Hoff, Wisloff, Engen, Kemi y Helgerud (2002) encontraron que juegos de fútbol reducido 5 vs 5 en una medición de campo 50×40 m producían respuestas de la frecuencia cardíaca dentro del rango de intensidad previamente demostrado por Helgerud, Engen, Wisloff y Hoff (2001) de ser eficaz para mejorar el fitness aeróbico y el rendimiento del fútbol (entrenamiento de carrera intervalada al 90 - 95% de la frecuencia cardíaca máxima). Más recientemente, Rampinini ha demostrado que 12 semanas de entrenamiento intervalado aeróbico realizados con juegos reducidos, eran eficaces para mejorar el fitness aeróbico y el rendimiento físico para un partido de fútbol (Impellizzeri y col., 2006).
Se han indicado varios factores para influir sobre la intensidad de los juegos reducidos. Éstos incluyen las dimensiones del campo, el estímulo del técnico, el número de jugadores en cada lado, y las reglas adoptadas (Balsom, 1999; Bangsbo, 1998; Hoff y col., 2002).
Para examinar los efectos de estos juegos reducidos, existe un estudio de Rampinini y colaboradores (Journal of Sports Sciences, Volume 25, Issue 6 April 2007, pag 659 – 666) donde se investigó distintos tipos de juegos reducidos (3 vs 3, 4 vs 4, 5 vs 5, y 6 vs 6), modificando las dimensiones del campo, y el estímulo verbal del técnico, y sus consecuencias sobre la intensidad del ejercicio. Un objetivo secundario de ellos, fue evaluar la reproductibilidad y variabilidad inter-participante de la intensidad del ejercicio alcanzada durante estos juegos reducidos.

Desarrollo del estudio

Veinte jugadores de fútbol amateurs del mismo equipo (peso corporal 73.1±8.6 kg, estatura 1.79±0.05 m, edad 24.5±4.1 años, experiencia de juego 15±5 años) se reclutaron para el estudio.
El equipo del fútbol amateur se entrenaba durante aproximadamente 2 hs, dos a tres veces por semana (siempre en martes y jueves y, en algunas ocasiones, el viernes también), más el partido oficial jugado el domingo. El entrenamiento físico era realizado usando los juegos reducidos solamente. Ningún entrenamiento de fuerza y potencia era realizado. Los datos fueron dos veces recogidos por semana desde septiembre a junio durante un total de 67 sesiones de entrenamiento. La recolección de los datos fue suspendida durante diciembre y enero para evitar el tiempo frío y excluir posibles influencias de las condiciones medioambientales extremas en los resultados. Se examinaron juegos de 3 vs 3, 4 vs 4, 5 vs 5, y 6 vs 6, sin porteros, usando arcos pequeños, toques libres, y con la pelota siempre siendo reemplazada rápidamente cuando se salía del juego. Los goles sólo eran considerados válidos cuando todos los compañeros del equipo estaban en la mitad del campo contrario. Los juegos reducidos se jugaban en tres áreas de juego de diferentes tamaños: un campo mediano, un campo grande (20% más grande que el campo mediano), y un campo pequeño (20% más pequeño que el campo mediano) (Tabla I). Cada juego reducido se jugaba con y sin estímulo del técnico quien usaba indicaciones estandarizadas (por ejemplo, "desmárquense", "encuentren el espacio", "presionemos", "vuelvan rápidamente"). El estímulo era provisto por los mismos dos individuos (el técnico y el PF). En el transcurso de la temporada, cada juego reducido era realizado como un entrenamiento intervalado que consistía en tres turnos de 4 min de duración con 3 min de recuperación activa entre los turnos. Esto se hacía dos veces por semana
(martes y jueves) a lo largo de la temporada. Cada sesión del entrenamiento intervalado se realizaba al principio de una sesión de entrenamiento específico después de un precalentamiento de 20 minutos que consistía en carrera de baja intensidad, pasadas, y estiramientos. El orden en que los juegos reducidos se realizaron durante el curso de la temporada competitiva fue aleatorio.

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